Évora: Un viaje al corazón histórico de Portugal

Évora es una de esas joyas que no se encuentran todos los días, un destino que parece haber sido diseñado para los amantes de la historia, la arquitectura y el turismo pausado. Ubicada en la región del Alentejo, al sur de Portugal, esta ciudad cautiva desde el primer instante con su aire tranquilo, sus callejuelas estrechas , empedradas ,el encanto de sus casas blancas y su conjunto artístico.

Caminar por Évora es como abrir un libro vivo de la historia del arte portugués. Sus calles estrechas y laberínticas, custodiadas por murallas medievales, nos invitan a explorar un sinfín de rincones que hablan de su pasado romano, su apogeo en el siglo XVI y el legado arquitectónico que la convirtió en Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1986. Desde la imponente catedral gótica hasta el Acueducto de Água de Prata y los palacios que alguna vez fueron residencia de los reyes portugueses.

La ciudad no solo es un museo al aire libre; también vibra con la energía de su población estudiantil, gracias a su histórica universidad, fundada en 1559. . Este contraste entre tradición y modernidad hace de Évora un lugar único, donde el pasado glorioso se mezcla con una vitalidad joven y contemporánea.

Pero Évora no es solo para recorrer. Su ubicación estratégica la convierte en una base ideal para explorar el Alentejo, una región de olivares dorados, pueblos fortificados y paisajes que parecen sacados de una postal. Y si buscas un cambio de ritmo, las playas del Algarve están a poca distancia en coche, completando la experiencia con un toque de sol y mar.

Habíamos estado en Évora hace unos 20 años y el regreso ha sido de lo más acertado, nos quedó claro por qué siempre figura entre los destinos imprescindibles de Portugal. Ponte unas zapatillas cómodas y prepárate para perderte en su magia: Évora te sorprenderá, seguro.

En este artículo te contamos todo lo que no te puedes perder en Évora para que tu visita sea inolvidable.

QUE VER EN ÉVORA:

La mejor forma de descubrir la ciudad es, sin duda , caminando. Lleva calzado cómodo y para una primera toma de contacto te recomendamos reservar un Free Tour por Évora aquí. Así te harás una idea de donde se encuentran los monumentos más importantes al mismo tiempo que descubres alguno de sus secretos e historia. Se realiza con un guía en español, tiene una duración de 2 horas y media y es accesible en silla de ruedas ( debes indicarlo en la reserva). Si buscas algo más personalizado también puedes reservar un tour privado por Évora, tiene una duración de 3 horas , con guía también en español, accesible en silla de ruedas y es ideal para grupos de amigos o familias ( ahorrarás dinero) , incluye la entrada a la Capilla de los Huesos y no habrá más gente que vosotros en el grupo.

Y ahora vamos con las visitas que no te puedes perder:

1. CATEDRAL DE ÉVORA:

Nosotros comenzamos por la Catedral aprovechando que justo al lado hay una buena zona de aparcamiento, gratis por la noche y como teníamos el hotel a unos pasos, nos vino de cine.

La Catedral de Évora, conocida también como Sé de Évora o Basílica Sé de Nossa Senhora da Assunção, es una joya del Alentejo y la catedral medieval más grande de Portugal. Ubicada en la parte más alta de la ciudad, su impresionante silueta destaca en el paisaje urbano, atrayendo la atención de quienes recorren sus calles. Esta fortaleza gótica no solo refleja la transición del estilo románico al gótico, sino que también integra elementos renacentistas y barrocos, convirtiéndola en un monumento único e imprescindible.

Una introducción a la historia y arquitectura:
La construcción de la Catedral comenzó en 1186 y fue consagrada en 1204, aunque no se terminó completamente hasta 1250. Su exterior, completamente en granito, presenta una majestuosa fachada flanqueada por dos torres medievales: la del sur, que alberga las campanas de la ciudad, y la del norte, que guarda parte del tesoro del Museo de Arte Sacro. Entre sus elementos más destacados se encuentra el cimborrio central, una obra del siglo XIII que se erige como símbolo del monumento, y el pórtico principal, adornado con esculturas de los apóstoles del siglo XIV realizadas por Mestre Pêro.

Además del acceso por el pórtico principal, los visitantes pueden entrar por la Puerta del Sol, con arcos góticos, o por la Puerta Norte, reconstruida en el periodo barroco.

Explorando el interior de la Catedral:
El interior de la Catedral está dividido en tres grandes naves que alcanzan los 80 metros de longitud. En la nave central destaca el altar de Nossa Senhora do Anjo (o Nossa Senhora do Ó), una obra barroca con imágenes góticas de la Virgen María y el Ángel Gabriel en mármol policromado. La capilla mayor, remodelada en el siglo XVIII, exhibe mármoles de Estremoz en combinación con la sobriedad de las líneas góticas, y alberga el famoso crucifijo conocido como Pai dos Cristos.

La nave transversal incluye diversas capillas decoradas con talla dorada, como las de São Lourenço y del Santísimo Sacramento.

En el coro alto, se puede admirar una sillería renacentista de madera de roble esculpida con motivos mitológicos y naturalistas, junto con un órgano renacentista en perfecto estado.

Claustros, museo y vistas panorámicas:
El claustro, de estilo gótico y construido entre 1322 y 1340, es un lugar que invita a la contemplación. Sus esquinas están adornadas con estatuas de los evangelistas, y desde la terraza del claustro se puede disfrutar de una vista privilegiada de Évora.

El Museo de Arte Sacro, ubicado en un edificio anexo, exhibe una impresionante colección de arte religioso, que incluye vestiduras litúrgicas, esculturas, pinturas y joyas. Entre sus piezas más valiosas destacan la Virgen del Paraíso del siglo XIII y la Cruz-Relicario del Santo Leño, decorada con piedras preciosas.

  • Información práctica para la visita:
  • Ubicación: Largo do Marquês de Marialva, Évora.
  • Horarios:
  • Catedral: De martes a domingo de 9:00 a 17:00. Lunes de 9:00 a 12:30 y de 14:00 a 16:30.
  • Museo de Arte Sacro: De martes a domingo de 9:00 a 11:30 y de 14:00 a 16:00.
  • Precios:
  • Catedral: 1,50€.
  • Catedral + Claustro: 2,50€.
  • Museo de Arte Sacro: 3,50€.


Consejo:
No olvides subir a la terraza de la Catedral para disfrutar de las vistas más espectaculares de Évora y completar una experiencia inolvidable.

Ten en cuenta que por la tarde cierra pronto y la esta es quizás la visita que más tiempo te lleve en Évora, a nosotros no nos dio tiempo a verla toda pero hablando con la persona que está en la taquilla te dan un justificante y puedes volver al día siguiente a completar la visita.

Después de visitar la catedral aprovecha para acercarte al siguiente monumento imperdible en Évora y que además está muy cerquita.

2. EL TEMPLO ROMANO DE ÉVORA:

En pleno corazón de Évora, entre calles empedradas y vestigios de otras épocas, se alza el majestuoso Templo Romano, también conocido (aunque de forma errónea) como el Templo de Diana. Este monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986, es mucho más que un icono de la ciudad: es una ventana al esplendor de la época romana y uno de los templos mejor conservados de la Península Ibérica.

Construido a principios del siglo I d.C. para honrar al emperador Augusto, el templo es un impresionante ejemplo del estilo corintio, caracterizado por la elegancia de sus columnas y la riqueza decorativa de sus capiteles. Su base rectangular, conocida como podio, está hecha de bloques de granito que se alzan casi intactos a 3,5 metros de altura, una muestra de la solidez y el ingenio de la arquitectura romana. Sobre esta estructura aún permanecen 14 columnas originales, algunas de ellas con capiteles tallados en mármol blanco de Estremoz.

La historia del Templo Romano es fascinante. Aunque originalmente formaba parte del foro de la ciudad romana, su uso cambió con el paso de los siglos. Durante el siglo V, tras la invasión de los pueblos bárbaros, sufrió importantes daños. Más tarde, en el siglo XIV, se integró al castillo de Évora como almacén de valor y, posteriormente, se transformó en matadero. Fue en el siglo XIX cuando comenzó su restauración, devolviéndole su dignidad como símbolo del patrimonio histórico de la ciudad. Excavaciones posteriores incluso desvelaron restos de un pórtico rodeado por un espejo de agua que habría añadido un toque majestuoso a su diseño original.

Hoy, el templo sigue siendo un punto de encuentro tanto para turistas como para locales. Desde recién casados que buscan una foto inolvidable, por supuesto todos los turistas que visitan la ciudad, hasta estudiantes celebrando sus logros académicos. Además , lo puedes visitar a cualquier hora, tanto de día como por la noche, la visita es gratuita y está ubicado en el Largo Conde de Vila Flor, a pocos pasos del Jardim de Diana, no dejes de visitarlo, desde ahí tendrás unas preciosas vistas de la ciudad y las llanuras del Aletenjo, especialmente al atardecer.

Llegados a este punto de nuestro viaje, ya necesitábamos un descanso. El lugar ideal para tomar algo y hacer un pequeño descanso es nuestra siguiente parada…

3. PRAÇA DO GIRALDO:

Este emblemático espacio, testigo de siglos de cambios y evolución, es el epicentro de la ciudad y un punto de encuentro para locales y visitantes. Desde su construcción entre 1571 y 1573, la plaza ha sido el alma de Évora, acogiendo desde eventos históricos hasta la simple rutina diaria de los «eborenses».

Nombrada en honor a Geraldo Geraldes, apodado «El Sin Pavor«, la Praça do Giraldo rinde tributo al hombre que en 1167 conquistó la ciudad de los moros. Su valentía fue reconocida por el rey Afonso Henriques, quien lo nombró alcaide de la ciudad y le otorgó un papel clave en la región de Alentejo. Hoy, su imagen en el escudo de Évora, montado a caballo con espada en mano, sigue siendo un símbolo de esa gesta heroica.

En el centro de la plaza destaca una elegante fuente barroca de mármol con ocho canillas, cada una representando una de las calles principales que desembocan en este icónico lugar. La fuente, coronada por una pieza ornamental en su base, fue construida en 1619 por orden de Filipe III de España. Aunque el agua aún fluye por sus caños, los turistas y las palomas suelen disputarse su protagonismo en los días calurosos.

En un rincón de la plaza, la Iglesia de Santo Antão se impone con su imponente fachada renacentista. Construida en 1557 por orden del rey Henrique, esta iglesia alberga un altar mayor con un frontal de mármol único, que rememora la antigua ermita de Santo Antoninho, que ocupaba el mismo lugar. Su interior, dividido en tres naves, refleja una arquitectura que combina el estilo salón con detalles clásicos.

Bajo las arcadas que rodean la plaza, encontrarás una mezcla encantadora de tiendas tradicionales y modernos cafés. No puedes dejar de visitar el famoso Café Arcada, conocido por sus exquisitos bollos, o la Papelaria Nazaré, la papelería más antigua de la ciudad. En el lado opuesto, la imponente fachada del Banco de Portugal llama la atención con su aire histórico, ya que en otro tiempo estuvo vinculada a la Inquisición.

Tómate un momento para sentarte en alguna de sus terrazas, mientras admiras las fachadas neoclásicas y románticas que enmarcan este lugar único. Las lámparas estratégicamente ubicadas y los escudos que honran al valiente Geraldo Geraldes añaden un toque especial al ambiente.

Continuamos nuestro recorrido por Évora y ahora nos vamos a un lugar tan fascinante como inquietante y uno de los más conocidos de la ciudad.

4. IGLESIA DE SAN FRANCISCO Y CAPILLA DE LOS HUESOS:

La Iglesia de San Francisco, situada en la Praça 1º de Maio de Évora, es una joya del gótico manuelino y uno de los monumentos más imponentes y significativos de la ciudad. Construida entre 1480 y 1510, esta iglesia gótico-manuelina es un testimonio de la grandeza arquitectónica y cultural del período de expansión marítima de Portugal.

Fachada e Insignias Reales:
La imponente fachada de la iglesia combina arcos de estilos gótico y morisco, reflejando la mezcla cultural de la región. Sobre el portal manuelino, destacan las insignias de los reyes João II y Manuel I: el pelícano y la esfera armilar, símbolos del poder y la espiritualidad de la época.

Una Nave Única y Majestuosa:
El interior de la iglesia sorprende con su única nave de planta en cruz latina, cubierta por una bóveda de nervios de 24 metros de altura, la mayor de este estilo en Portugal. A ambos lados de la nave se abren doce capillas laterales decoradas con retablos de talla dorada y policromada, que datan de los siglos XVIII y XIX.

La capilla mayor, construida a principios del siglo XVI, conserva elementos renacentistas destacados, como tribunas y ventanas de mármol, desde donde la Familia Real asistía a las ceremonias religiosas. En el altar, imágenes de San Francisco y San Domingo presiden un entorno que mezcla el gótico y el barroco con maestría.

Vínculo Histórico y Cultural:
La Iglesia de San Francisco está profundamente ligada a la historia de Portugal. Fue elevada a Capilla Real en el siglo XV, durante el apogeo del Convento de São Francisco, conocido como el «Convento del Oro» por su esplendor decorativo. Sin embargo, tras la pérdida de la independencia de Portugal en 1580, el convento vivió un declive, culminando con la demolición de parte de sus instalaciones en el siglo XIX.

Hoy en día, esta iglesia conserva su magnificencia y ofrece a los visitantes una experiencia única, no solo por su arquitectura, sino también por albergar la tumba de Gil Vicente, el primer gran dramaturgo portugués.

Capilla de los Huesos:
Adyacente a la Iglesia de San Francisco se encuentra la famosa Capilla de los Huesos, uno de los monumentos más intrigantes de Évora y un recordatorio impresionante de la transitoriedad de la vida.

Historia y Significado
Construida en el siglo XVII por tres frailes franciscanos, la capilla se diseñó como un espacio para reflexionar sobre la fugacidad de la existencia. La inscripción en su entrada, “Nós ossos que aqui estamos, pelos vossos esperamos” (“Nosotros los huesos que aquí estamos, esperamos por los vuestros”), introduce a los visitantes en una atmósfera que mezcla lo macabro con lo espiritual.

Arquitectura y Decoración
La capilla, de 18,70 metros de longitud y 11 metros de ancho, tiene sus paredes y pilares revestidos con huesos y cráneos humanos. Se calcula que unas 5.000 calaveras fueron cuidadosamente colocadas, provenientes de antiguos cementerios monásticos de Évora.

Las bóvedas, decoradas con motivos alusivos a la muerte, junto con las estatuas religiosas y una pintura renacentista y barroca, completan la atmósfera única del lugar. La luz natural, que entra a través de pequeñas grietas estratégicamente ubicadas, refuerza la sensación de recogimiento y misterio.

  • Información Práctica
  • Ubicación: Praça 1º de Maio, Évora
  • Horarios:
  • Verano: 9:00 a 18:30
  • Invierno: 9:00 a 17:00
  • Cerrado: 1 de enero, Domingo de Pascua, tarde del 24 de diciembre, y 25 de diciembre.
  • Precios:
  • Adultos: 6,00 €
  • Jóvenes (hasta 25 años), mayores de 65 y personas con discapacidad: 4,00 €
  • Familia (2 adultos + jóvenes): 15,00 €
  • Gratis: Niños menores de 12 años

Su singularidad la convierte en una visita obligada para quienes buscan comprender la historia y espiritualidad de Évora.

Llegados a este punto , seguimos nuestro recorrido y nos vamos a un lugar en el que disfrutar de un precioso espacio natural, refrescarse, especialmente si visitas la ciudad en verano y descubrir sus secretos.

5. JARDIN PÚBLICO DE ÉVORA:

El Jardín Público se presenta como un rincón de paz y belleza que combina naturaleza, historia y vida cotidiana. Este espacio, que ocupa 3,3 hectáreas, no es solo un jardín, sino un pequeño universo donde los visitantes pueden perderse entre frondosos árboles, coloridas flores y lagos que reflejan la serenidad del entorno. Diseñado en el siglo XIX por el arquitecto italiano José Cinatti, el jardín se construyó en terrenos que alguna vez fueron la Horta Real del Palacio de Don Manuel y del Convento de San Francisco, transformándose en un espacio que mezcla el romanticismo de su época con la funcionalidad de un lugar de encuentro social.

Al pasear por sus senderos, la conexión con el pasado se hace evidente en cada rincón. Las Ruinas Fingidas, una creación que combina fragmentos arquitectónicos de monumentos dispersos por toda Évora, evocan un aire nostálgico y romántico. Ventanas manuelinas, detalles mudéjares y restos de la muralla medieval se unen para formar un escenario que parece sacado de un sueño. Aquí, no es raro encontrarse con pavos reales que, con su porte majestuoso, añaden un toque de color y fantasía al paisaje.

El Templete, construido en el siglo XIX, se erige como un símbolo de la conexión entre lo antiguo y lo moderno, habiendo sido testigo de numerosos eventos musicales a lo largo de los años. Muy cerca, el Palacio de Don Manuel y las murallas medievales recuerdan la riqueza histórica de Évora, mientras que los pequeños lagos y los jardines floridos aportan frescura y serenidad al entorno.

Más allá de su belleza histórica y natural, el Jardín Público de Évora es también un espacio para la vida cotidiana. Familias, niños y amigos encuentran aquí un lugar donde disfrutar de momentos compartidos. Desde hacer un picnic en el pequeño bosque hasta explorar el parque infantil, con su ludoteca y el Museo del Juguete, el jardín ofrece actividades para todas las edades. Es un lugar que no solo mejora la calidad de vida de sus habitantes como pulmón verde de la ciudad, sino que también fomenta el encuentro y el esparcimiento.

Al caer la tarde, este refugio se convierte en el escenario perfecto para cerrar un día en Évora. Un paseo lento por sus senderos, una pausa en el quiosco para disfrutar de un helado o un refresco, y la compañía de cisnes y patos que habitan el lago crean una experiencia de calma única.

6. UNIVERSIDAD DE ÉVORA-COLEGIO DEL ESPIRITU SANTO:

Visitamos el imponente como el Colegio del Espíritu Santo, la joya de la institución. Este espacio, de impresionante diseño y profunda riqueza cultural, se ha convertido en un lugar de visita obligada para quienes buscan adentrarse en el alma de Évora.

Fundada en 1559 por el Cardenal Don Henrique, la universidad tiene sus raíces en este mismo colegio, que se consolidó como institución educativa gracias a la bula del Papa Pablo IV. Durante dos siglos, estuvo bajo la tutela de la Compañía de Jesús hasta su cierre en 1759, cuando el Marqués de Pombal expulsó a los jesuitas de Portugal. Tras más de dos siglos de inactividad, reabrió en 1973, renovada pero con su espíritu intacto.

El edificio del Colegio del Espíritu Santo fascina con su diseño cuadrangular, que envuelve un majestuoso claustro conocido como el Pátio dos Gerais. En el centro, un elegante chafariz se suma al encanto del lugar. Al recorrer sus galerías de columnas, la vista se detiene en la antigua capilla, cuya fachada, con un pórtico de mármol coronado por una paloma, simboliza tanto el Espíritu Santo como la universidad misma. Este símbolo, grabado en mármol, aparece también en otros edificios universitarios dispersos por Évora, uniendo pasado y presente en un hilo común.

Entre los espacios más memorables se encuentra el Salón de Actos, decorado con azulejos y estucos barrocos que combinan tonos verdes, azules y rosas. Aquí, los retratos de Don Sebastião y el Cardenal-Rey Don Henrique recuerdan las raíces históricas de la institución. Las aulas, por su parte, están adornadas con azulejos barrocos que ilustran temas académicos como Matemática, Astronomía, Física y Bellas Artes, formando uno de los conjuntos profanos más destacados del barroco portugués.

El recorrido por el colegio revela otros tesoros arquitectónicos: un portal renacentista recuperado del Convento de Santo Domingo, el antiguo comedor con columnas de mármol que, según se dice, provienen de un arco romano, y la Sala del Senado, decorada con murales de estilo neoclásico que celebran a autores clásicos y elementos emblemáticos de la ciudad.

La riqueza artística también se despliega en la biblioteca, con un techo pintado en 1708 que representa a Nuestra Señora como madre de la sabiduría, y en la iglesia del colegio, un espacio sencillo pero refinado con una nave única y bóveda decorada con medallones de estuco.

La experiencia es más que una simple visita turística. Es un viaje al pasado que invita a detenerse, observar y dejarse envolver por la historia que impregna cada rincón. Aunque el edificio está abierto al público, el bullicio de los estudiantes no es un obstáculo, sino parte del encanto que lo mantiene vivo. Explorar sus aulas, descubrir los púlpitos y dejarse maravillar por los azulejos es una invitación a conectar con la historia de Portugal y con la esencia de Évora. Las diversas salas están revestidas de azulejos barrocos que no solo embellecen el entorno, sino que también ilustran las materias impartidas en su momento, como Matemática, Astronomía, Física y Bellas Artes, además de motivos puramente ornamentales. Este conjunto de azulejos, complementado por cuatro grandes paneles adicionales, constituye el más importante ejemplo de temática profana en el barroco portugués. A lo largo del edificio, destacan múltiples conjuntos de azulejos de los siglos XV y XVI, junto con espléndidas obras de pintura y estucos decorativos. En esta parte nosotros no tuvimos mucha suerte, porque aunque la visitamos en verano, las aulas estaban todas ocupadas.

Las visitas están disponibles durante todo el año, de lunes a sábado, en horario de 09:00 a 20:00. Los domingos y días festivos permanece cerrado. El costo de la entrada es de 3,00 € para adultos, mientras que los niños menores de 12 años pueden acceder de forma gratuita.

A unos pasos de la Universidad de Évora, nos encontramos una iglesia que no puedes dejar de visitar, te sorprenderá seguro, nosotros nos quedamos impresionados.

7. IGLESIA DEL ESPIRITU SANTO:

La Iglesia del Espíritu Santo de Évora, ubicada en el Largo dos Colegiais, es un monumento religioso que impresiona por su magnificencia, como tantas otras iglesias en esta ciudad histórica. Este templo está estrechamente vinculado al Colegio del Espíritu Santo, fundado por la Compañía de Jesús, y forma parte del edificio principal de la Universidad de Évora. En su interior se encuentra uno de los testimonios artísticos más relevantes de la presencia jesuita en Portugal.

La construcción del Colegio del Espíritu Santo comenzó en 1559 y, apenas siete años después, en 1566, se inició la edificación de la iglesia bajo el patrocinio del Cardenal-Infante Don Henrique, entonces Arzobispo de Évora. Su intención era ofrecer a toda la población el mensaje de los famosos predicadores jesuitas de la época. La iglesia, finalizada en 1572, fue solemnemente consagrada el Domingo de Pascua de 1574. Este templo es considerado el primer ejemplo del “estilo chão”, caracterizado por líneas sobrias y funcionales, que serviría de modelo para numerosas iglesias jesuitas en Portugal, las islas y Brasil.

Desde la plaza, la iglesia destaca por su apariencia sólida e imponente, que puede apreciarse especialmente desde la fuente central del Largo dos Colegiais. La entrada principal está formada por un imponente pórtico con siete arcadas redondeadas de granito. En el interior, de planta rectangular típica del diseño jesuita, el espacio está bien iluminado gracias a las altas galerías desde donde los estudiantes de la universidad asistían a ceremonias solemnes. La nave, en cruz latina, cuenta con diez capillas laterales ricamente decoradas, muchas de ellas con elaborada talla dorada.

Entre estas capillas, destacan especialmente la Capilla de San Ignacio de Loyola, la Capilla del Señor Jesús de los Quemados y la Capilla de la Hermandad del Señor Jesús de los Pasos de Évora. En la Capilla del Señor Jesús de los Quemados se conserva el crucifijo que los condenados por la Inquisición besaban antes de ser ejecutados. Por su parte, la Capilla de la Hermandad del Señor Jesús de los Pasos, originaria del Convento de La Gracia, fue trasladada a esta iglesia en 1845 tras la profanación del convento, y está adornada con mármoles incrustados de vivos colores.

En el cruce del transepto, a la izquierda, se encuentra la tumba mandada construir por el Cardenal Don Henrique, quien más tarde se convertiría en rey de Portugal. Aunque estaba destinada a guardar sus restos, la tumba permanece vacía, ya que estos descansan en el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa.

8. LAS MURALLAS DE ÉVORA:

Las murallas de Évora son un símbolo de la historia viva que envuelve esta ciudad y las verás nada más llegar . Declaradas Monumento Nacional desde 1922 y parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO, estas murallas son un imperdible para cualquiera que visite Évora. A lo largo de los siglos, han resistido guerras, invasiones y el paso del tiempo, y hoy siguen en pie, rodeando y protegiendo el casco antiguo de la ciudad.

Orígenes que se Remontan a los Romanos
Todo comenzó en el siglo III, durante la época romana. La cerca-vieja, como se conoce a la primera muralla, rodeaba la parte alta de la ciudad, justo donde se encuentra ahora la Catedral. Con sus 2 kilómetros de longitud, este sistema defensivo fue pensado para proteger a Évora y marcó el inicio de una historia que continuaría evolucionando durante siglos. Sus puertas, como la Porta de Doña Isabel, eran puntos estratégicos.

De los Visigodos a la Época Medieval
Los visigodos y musulmanes también dejaron su huella en estas murallas, aunque es difícil distinguir exactamente qué queda de cada periodo. Un ejemplo es la Torre Quadrangular, atribuida inicialmente al rey visigodo Sisebuto, pero que estudios recientes apuntan a que es una construcción romana tardía.

Ya en el siglo XIV, el rey Don Afonso IV amplió el sistema defensivo con una segunda línea de murallas, conocida como la cerca-nueva, para abarcar la expansión de la ciudad. Con los avances en la guerra, estas murallas se adaptaron para soportar artillería, especialmente en los siglos XVI y XVII.

Puedes recorrer su perímetro a pie, deteniéndote a admirar las torres, las puertas y los vestigios de las diferentes épocas. Desde el exterior, las murallas ofrecen una vista espectacular, y la zona extramuros está diseñada para invitarte a una caminata relajante. Para entrar al centro histórico puedes dejar tu coche en uno de los aparcamientos cercanos y cruzar por una de las antiguas puertas.

9. EL MUSEO DE ÉVORA:

Si todavía te queda tiempo, otra visita interesante es la del Museo de Évora. Este emblemático museo nació en 1804, cuando el Arzobispo de Évora, Frei Manuel del Cenáculo, fundó una biblioteca pública para albergar su valiosa colección de arte y arqueología. Desde entonces, se ha convertido en un punto de referencia para quienes desean conocer el rico patrimonio de la región.


El museo cuenta con más de 20.000 piezas que abarcan diversos periodos históricos y artísticos. Entre los tesoros más destacados se encuentran pinturas de los siglos XV y XVI, esculturas medievales y renacentistas, así como exquisitas piezas de cerámica y joyería. También podrás ver paneles de azulejos que representan varios estilos y épocas, y con los retablos que evocan la devoción religiosa de tiempos pasados.

Gran parte de la colección proviene de los conventos de Évora y del legado del propio Frei Manuel del Cenáculo, lo que añade un significado especial a cada objeto expuesto. Además, el museo organiza regularmente exposiciones temporales que enriquecen aún más su oferta cultural.

  • Información Práctica para tu Visita
    Horario:
    El museo abre de martes a domingo, de 10:00 a 18:00. Es importante tener en cuenta que cierra los lunes.
  • Precios:
  • Entrada general: 3 €.
    Estudiantes, titulares del carnet joven y mayores de 65 años: 1,50 €.
    Entrada gratuita: el primer domingo de cada mes, una excelente oportunidad para disfrutarlo sin coste alguno.

10. TERMAS ROMANAS DE ÉVORA:

Las Termas Romanas de Évora son un testimonio fascinante del esplendor de la época romana y una de las joyas arqueológicas más importantes de la ciudad. Situadas en el vestíbulo del Ayuntamiento de Évora, estas termas permanecieron ocultas durante siglos hasta su sorprendente descubrimiento en 1987, cuando unas obras sacaron a la luz su existencia.
Este conjunto arqueológico, que abarca actualmente unos 300 m², representa la mayor construcción pública romana de Évora. Entre sus elementos más destacados se encuentra el laconium, una sala destinada a los baños de vapor. En su interior, podrás admirar una piscina circular de 9 metros de diámetro, increíblemente bien conservada.

Otro componente esencial del complejo es el natatio, una piscina al aire libre descubierta en 1994, y el praefurnium, un sistema central de calefacción que mantenía cálidas las salas adyacentes. Estos vestigios ofrecen una visión única de la vida cotidiana en la antigua Évora y del ingenio arquitectónico de los romanos.

  • Información Práctica para tu Visita
    Horario:
    Las termas están abiertas al público de lunes a viernes, de 9:00 a 17:30.
  • Precio:
    La entrada es totalmente gratuita, lo que convierte esta visita en una oportunidad inigualable para los amantes de la historia.

11. ACUEDUCTO AGUA DE PLATA:

El Acueducto Agua de Plata, conocido en portugués como Aqueduto da Água de Prata, es una de las joyas arquitectónicas más imponentes de Évora. Caminar junto a sus arcos de granito es retroceder en el tiempo y admirar la ingeniería que, desde el siglo XVI, llevó agua a toda la ciudad. Su construcción comenzó en 1532 por orden del rey Don João III, bajo la dirección del arquitecto Francisco de Arruda, el mismo que diseñó la icónica Torre de Belém en Lisboa. Con una extensión de 18 kilómetros desde la Granja de Divor hasta el centro de Évora, este acueducto se asienta sobre lo que posiblemente fue un antiguo acueducto romano.

En 1537, tras cinco años de arduo trabajo, se inauguró con gran celebración en la Plaza de Giraldo, donde el rey y su corte presenciaron el funcionamiento de una fuente adornada con leones de mármol y un arco de triunfo romano. Aunque estos elementos fueron reemplazados con el tiempo.

Este acueducto no solo cumplió con la tarea de abastecer agua, sino que también embelleció sus calles. Por ejemplo, cerca de la Iglesia de San Francisco existió hasta 1873 un elegante pórtico renacentista llamado Fecho Real do Aqueduto. Además, en la Rua Nova aún se conserva una Caja de Agua renacentista con sus 12 columnas toscanas, un detalle arquitectónico que no debes perderte.

Con el tiempo, se fueron agregando fuentes a lo largo de su recorrido, como las de Puertas de Moura, Plaza de Giraldo, Portas de Avis y Chão das Covas, todas abastecidas por gravedad. Estas fuentes no solo fueron prácticas, sino que también aportaron un toque de elegancia al paisaje urbano.

El acueducto ha resistido el paso del tiempo y diversos conflictos, como las guerras de la Restauración en el siglo XVII, que obligaron a restaurarlo. A pesar de varias intervenciones en los siglos XIX y XX, su trazado original se ha mantenido intacto.

Hoy, los viajeros pueden disfrutar de la Ruta Ambiental de Agua de Plata, un recorrido de 8,3 km entre alcornoques y campos del Alentejo, perfecto para caminar o andar en bicicleta mientras se respira aire puro y se admiran las vistas de Évora a lo lejos. Para quienes prefieren una caminata más corta, es ideal comenzar en la Porta da Lagoa, donde el acueducto se fusiona armoniosamente con las casas del centro histórico.

13. DONDE COMER EN ÉVORA:

En Évora encontrarás una gran variedad de restaurantes para comer/cenar. En nuestro caso, comimos en el Piparoza boutique bar, ubicado en una de las calles con más ambiente de restaurantes. El local es muy bonito y cuenta con terraza cubierta ( importante porque en verano hace mucho calor), buena atención, buen servicio y platos exquisitos.

Para cenar, aprovechamos que teníamos un restaurante justo delante de la puerta del alojamiento, con una pequeña terraza, por la noche, en verano, se está de lujo allí. Buen servicio y calidad. La única pega es que solo cobran en efectivo, así que si te decides por este, ya sabes. Se llama Restaurante Dona Inês II.

Como nuestro alojamiento no incluía desayuno, nos lo tomábamos, muy cerquita, en un local que cuenta con una pequeña terraza, se llama Restaurante A Muralha y es, además , pasteleria y muy barato. Hay hamburguesas por 5€, pizza por 3,50€… lo más caro que tenían en la carta era de 7,50€.

14. DONDE ALOJARSE EN ÉVORA:

Como te imaginarás, en una ciudad tan especial, hay variedad de alojamientos, puedes verlos y reservar aquí.

Nosotros escogimos un alojamiento lo más céntrico posible, además estaba a unos pasos de la catedral y allí puedes dejar el coche aparcado sin coste. Se trata del Guest House Palacio Diana. En un edificio antiguo pero con una decoración preciosa por dentro, buena atención, muy limpio y habitaciones amplias. Además está genial de precio! Puedes reservar aquí!

Hasta aquí nuestra visita a Évora. Recuerda que en nuestras redes sociales: instagram, facebook, tiktok, X y Threads puedes seguir todos nuestros viajes, con videos que los muestran al detalle. Síguenos! nos encontrarás como @petiscosgalegos en todas las redes sociales. Y si tienes alguna consulta, duda o recomendación, déjalo en comentarios e intentaremos responderte lo antes posible.


Deja un comentario