La familia Calderón, fascinados por la belleza de nuestra ría, construyeron esta casa donde pasaban los veranos de aquellos dorados años veinte. En muchas fotos de la época se puede ver cómo el mar llegaba a su puerta.
La casona de Calderón, cuyo auténtico nombre es Villa Milagros, se construyó a finales del siglo XIX, cuando el mar todavía bañaba A Comboa y la carretera litoral a Vilaxoán no figuraba ni en los planos. Levantada por la familia Calderón, hoy en día es propiedad de los Fernández de la Riva, cuya residencia está fijada en Madrid.
Tras sufrir un incendio en el 2002, la edificación no ofrece mucho más a la vista que su castigada fachada. Pero su interés histórico es indudable, así como el valor ambiental de los 9.000 metros cuadrados que componen el espacio de la finca. Rehabilitar el inmueble sería, evidentemente, muy costoso.


