Más de 50 hectáreas de jardín, finca y arboleda, estatuas y un enorme hórreo: es lo que ofrece el Pazo de Lourizán, a medio camino entre Pontevedra y Marín.
La finca de Lourizán es una verdadera joya del patrimonio botánico de Galicia y, por supuesto, de Terras de Pontevedra. Su relación desde los años cuarenta con la enseñanza, primero como Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes, y en la actualidad Centro de Investigaciones Ambientales y Forestales de Lourizán, le confiere un valor añadido.
A su riqueza natural cabe unir la importancia arquitectónica del pazo que acoge, así como la de las numerosas fuentes históricas que encontramos siguiendo el camino de acceso al recinto.
La estructura del jardín continúa igual que en los tiempos de mayor esplendor del lugar, cuando fue residencia de verano y descanso del político Montero Ríos, lugar de encuentro de muchos personajes ilustres de la época.

